LOS BLOQUEOS INTERNOS

Según la Medicina Tradicional China, la postura, el tono muscular, la textura y color de la piel, la vitalidad de los movimientos del cuerpo de una persona indican, basándose en el diagnóstico, su historia emocional, el carácter de la persona y sus sentimientos más profundos y arraigados.

El cuerpo está formado de estructuras emocionales. Esto sucede poco a poco, a medida que vamos creciendo nuestra estructura corporal se va definiendo en base a cómo encajamos y cómo nos defendemos de nuestros varapalos emocionales de las diversas experiencias que vamos viviendo.

Las estructuras defensivas se encuentran en el cuerpo en forma de tensiones musculares las cuales se denominan bloqueos. Estos bloqueos son interesantes porque son como barreras o muros musculares que se formaron debido a la defensa o rechazo de diversas sensaciones o emociones, las cuales van condicionando la estructura del cuerpo de manera que éste pueda funcionar de la mejor forma posible. Podemos decir, que son como un mecanismo de defensa ante las innumerables amenazas que las personas pueden percibir en su entorno y desde edades muy tempranas. El bloqueo muscular impide no sólo que la emoción no pueda desplazarse o descargarse libre y espontáneamente, sino que el cuerpo pierde expresividad y naturalidad en sus movimientos, lo cual imposibilita el paso a un flujo armónico y saludable de todo el organismo.

Los bloqueos se forman en el cuerpo debido a que la emoción, al ser juzgada por la persona, consciente o inconscientemente queda controlada. No se le permite que salga a la superficie, en definitiva se frena tensionando el músculo. Una emoción controlada o juzgada como “mala” o como inconveniente para su expresión quedará entonces, con el tiempo, cristalizada en el cuerpo físico, provocando a la larga el endurecimiento muscular o tensión crónica, lo que a la larga provoca no sólo que el músculo se agote, sino que el sistema de defensas y el sistema nervioso se desgasten notablemente, dando paso a que la constante autodefensa debilite y degenere órganos adyacentes y sistemas, provocando toda una serie de enfermedades.

Los bebés son los únicos que pueden expresar de forma libre y espontánea sus emociones, ellos gritan lloran y se mueven según lo requieren y gustan, porque en los bebés aún no existe un ser interno que juzgue lo que sienten.

Ahora, para que no se formen bloqueos uno no tiene que portarse como un “bebé” y gritar o llorar a pulmón abierto donde a uno le plazca. No. Un bloqueo deja de formarse cuando hay una comprensión emocional y la persona madura su energía emocional con entendimiento y compasión.

Sin embargo, al principio esta tarea puede ser ardua, pues en la mayoría de los adultos los bloqueos que se han formado son profundos, incluso el individuo no los nota porque se ha acostumbrado a ellos, su forma de vivir es como si portara una armadura que ya no se siente, por lo que muchas veces la persona puede funcionar en actividades normales e incluso sentirse “bien”, pero tener fuertes bloqueos en su cuerpo.

Hacerse consciente de esos bloqueos y trabajar sobre ellos es una clave importante para la mejoría del individuo.

¿QUIERES LEER MÁS?

REGÍSTRATE EN NUESTRO BOLETÍN Y RECIBE DE FORMA CÓMODA NUESTRAS PUBLICACIONES

¡No enviamos publicidad! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *