- Báñate, aunque te quieras quedar en la cama métete a bañar. Sentirte limpia mejora el ánimo y nos hace sentirnos bien.
- Ponte perfume (indispensable) y lápiz labial. Maquillarte te hará sentir que tienes mejor cara.
- Usa únicamente máscara de pestañas con base de agua, para cuando sientas ganas de llorar lo pienses dos veces. Aunque si lo necesitas, llora primero y después ponte la máscara de pestañas.
- Sal de tu casa no importa si no tienes a quien visitar. Agarra al perro y sal. ¿No tienes perro? Agarra un libro y dirígete al parque más cercano. Si no puedes salir ponte una película cómica que te haga reír.
- Sonríe, poco a poco lo harás sin darte cuenta y te sentirás mucho mejor.
- Come, bien y rico. Consiéntete. Un antojo no matará a nadie y la sensación de saciedad genera endorfinas.
- Quiérete, suena fácil, ya lo sé. Mírate en el espejo con respeto y serenidad.
Si no tienes nada agradable que decirte permanece en silencio. recuerda que tu voz interior también te habla, háblate con amor y compasión.

Si no aprendes a aceptar tu sobrepeso, estatura, el tamaño de tu busto, tus estrías, tu celulitis, es fácil que alguien pueda herirte en tu intimidad. Acepta como eres.
- Recuerda que todo pasará. Nada dura para siempre. Deja salir tus lágrimas, pero no te regodees en tu dolor. No te quedes anclada en el sufrimiento.
Ya mañana puedes volver a comenzar y verás cómo, a pesar de las heridas, volverás a sanar.
- Elimina de tu vida a cada persona que te ha hecho daño o te ha hecho sentir mal. De plano no dependes de ellos y si afectan tu estado de ánimo es mejor poner distancia hasta que te sientas estable.
- Quédate con aquellos que te hagan soñar, que te impulsen a superarte, que vean en ti la magia que tienes y que te hagan feliz.
Si todo lo anterior no es suficiente, toma un curso o taller para trabajar tus emociones y que esos momentos dolorosos no los vivas en soledad, lo cual es fundamental para evitar enfermedades. Tu prioridad eres tú misma, nunca más te dejes en segundo lugar.