EL PRIMER AMOR

Dicen que el primer amor nunca se olvida, que te deja marcado y lo que deberías aprender es, que el primer amor de tu vida sea el amor propio, porque de lo contrario, jamás podrás descubrir qué significa amar.

El amor por uno mismo es importante porque amarnos es vernos, es darnos cuenta de que existimos. Es reconocer que somos valiosos y que merecemos nuestro amor más puro, nuestro amor incondicional. Es aceptarnos con nuestras taras y nuestros dones. Todos somos especiales. Sin condiciones. Cada uno de nosotros somos únicos y todos estamos unidos, formamos una convivencia espacio temporal en la que compartimos algo más que un planeta, compartimos nuestros miedos e inseguridades. Por lo que ya va siendo hora que compartamos también nuestro amor propio, para que cada uno se haga responsable de si mismo y sin dañar a nadie, crezcamos y lleguemos a ser los individuos que tenemos dentro, esos seres que son nobles, justos, equilibrados, amorosos. Alcanzando un nivel de convivencia más armonioso para todos pero sobre todo para nosotros mismos. Con mucho amor.

Cuando no nos amamos lo suficiente, es cuando permitimos que nos dañen. Cuando no somos nuestra prioridad, le otorgamos a los demás la capacidad para que nos desvaloricen.

Cuando no nos amamos, somos vulnerables a todo lo externo. Por eso, cuidarse a uno mismo es una prioridad. Es necesario.

Todos deseamos estar bien, todos queremos que nos amen por cómo somos, y para lograrlo lo único que tenemos que realizar es, amarnos a nosotros mismos con nuestros errores y nuestras virtudes. Aceptar que somos de esa manera y así somos únicos y perfectos. Dando paso a que nos amen tal y cómo somos.

¿QUIERES LEER MÁS?

REGÍSTRATE EN NUESTRO BOLETÍN Y RECIBE DE FORMA CÓMODA NUESTRAS PUBLICACIONES

¡No enviamos publicidad! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *