«Lo que está en reposo es fácil de retener.
Lo que no ha sucedido es fácil de resolver.
Lo que es frágil es fácil de romper.
Lo que es pequeño es fácil de dispersar.
Prevenir antes de que suceda,
y ordenar antes de que aparezca el desorden.
El árbol que casi no puede rodearse con los brazos,
brotó de una semilla minúscula.
La torre de nueve pisos,
comenzó siendo un montón de tierra.
Un viaje de mil leguas,
comienza con el primer paso.
Al manejar sus asuntos, la gente suele estropearlos
justo al borde de su culminación.
Prestando total atención al principio y con paciencia al final,
nada se echa a perder.
Por eso, el Sabio carece de deseos,
no codicia los bienes de difícil alcance,
aprende a olvidar lo que le habían inculcado.
Le devuelve a los hombres la fluidez que han perdido,
y así, sin dominarlos,
favorece la evolución natural de los diez mil seres.»
Lao Tse